El sábado pasado, tras varias años con la intención de
hacerlo pero, sin que nunca me pusiese a ello ( o sea, comenzar a nadar), tomé
la salida en mi primer triatlón y, como
muchos otros, escogí para debutar el Triatlón de Allariz.
La carrera tras 10 años, sin ser un pro, si que está ya más
que dominada: pista, populares, medias maratones, maratones, trail, un par de
ultras de media distancia, y casi todo lo que pillé por delante.
La bici, aunque ya la hacía antes de comenzar a correr, no
fue hasta hace unos pocos años que de nuevo me enganché a ella y, junto con la
btt, en estos últimos tres/cuatro años, salí casi regularmente con una u otra.
En este caso, no participé en pruebas, salvo la organizada por “Moure” en primavera de este
año, en la que pagué con creces la osadía de participar y el desconocimiento de
este tipo de carreras.
Por tanto, llegaba al tri con experiencia en dos de los
sectores y, teniendo en cuenta, que ya había participado en unos cuantos
duatlones de montaña y, este año, en 4 duatlones de carretera. En todos ellos,
con mejor o peor resultado, con las carencias técnicas en las transiciones,
siempre disfruté, incluso en algunos competí, asimilando bien el cambio de
sector y, por lo general, yendo de menos a más, acabando entero en la última
carrera.
Por último, la natación. En mayo tomé la decisión, tantas
veces postergada, de echarme a la piscina y así, desde principios de junio, de
forma regular, 4/5 veces por semana, me dediqué a prepararla. De entrada muy
mal, asfixiado, descoordinado,….. pero, poco a poco, algo fui mejorando,
controlé la respiración, utilicé you-tube para visionar la técnica de crol,
algún que otro artículo… Incluso,
durante las vacaciones, me arrojé al mar y, me encontraba relativamente cómodo,
eso sí, con distancias muy cortas por
precaución.
Así, con estos antecedentes, mi esperanza era hacerlo, si no
muy mal, si aceptablemente, para salir del agua entre los últimos pero con
posibilidad de remontar hasta la zona media de la clasificación.
Esas previsiones no se cumplieron. Ya de entrada, al llegar
a recoger el dorsal, una primera mala noticia: agua a 22 grados, no neopreno.
Ya me iba costar más nadar, tenía la esperanza de poder usarlo para compensar
en parte mis carencias en el impulso de las piernas. Luego, otro percance que
me subió las pulsaciones: camino de los boxes montado en la bh, un hombre en
una btt, no me ve y, cuando lo hace, en lugar de alejarse, se cierra a mi lado
y…. castañazo, al suelo. Zona derecha golpeada y, lo que fue peor, por un
momento creí que no podría tomar la salida por que al comprobar daños en la bici,
la rueda trasera no giraba. Resultó ser que los frenos se trabaron, solucionado
y continuar camino del box, pero el golpe, y
la excitación ya no me la quitaba nadie.
Siguiente paso fue comprobar el agua, el rio, nadar un
ratito… y ya mis sensaciones no eran muy buenas. Estaba demasiado nervioso,
aquello era desconocido, no tenía referencias anteriores…. Una vez dada la
salida, me quedo a cola, comienzo a nadar, pero nada de lo que había practicado
en la piscina se ve reflejado en el rio. Voy descoordinado, acelerado,
desorientado, tal es así, que a los 200 metros tengo que arrimarme a un lado,
parar y serenarme un rato, me digo “así no completo el sector”. Arranco de
nuevo, me pasan los de la 2ª salida, prácticamente no se por donde voy. Sigo
nadando realmente fatal, agotándome, tengo que intercalar crol con braza. Llego
al puente y pienso “ya queda menos, ahora será más fácil”, pero no. Ahora la
desorientación es mayor, no sé cómo, acabo en dos ocasiones en la margen
izquierda (no me descalificaron por caridad….). Finalmente llego, junto con una
chica, que sin saber bien porque, siempre acababa a su lado, me debía atraer la
corriente que ella generaba… Salgo, me
pongo de pie y, plafff, de repente noto las consecuencias del esfuerzo
realizado: medio mareado, drogui, sin poder correr hacia el box, por supuesto.
Decido que mejor será tomarlo con calma, recuperar el pulso, la respiración,
serenarse. Hago la transición con calma, recojo la bicicleta y comienzo el 2º
sector, todavía sin recuperar del todo, así hasta me cuesta subirme al sillín… en mi mente ya no tengo como objetivo salir a
muerte para recuperar, mejor será ir poco a poco, y si me encuentro bien, darle
un poco de ritmillo.
Tras unos minutos, comienzo a sentirme “normal”, cojo mi
ritmo, comienzo a ver algún ciclista, lo alcanzo, otro, todos tratan de coger
mi rueda, pero se van quedando. No es que vaya muy fuerte, pero si mejor que
ellos. Me cruzo con los dos primeros (la chica espectacular, 2ª absoluta), con
los demás, el giro no da llegado y, ya
me doy cuenta de que estoy muy retrasado, que tengo que disfrutar y aprender.
En la vuelta y bajada, adelanto algunos más.
Acometo la 2ª transición, comienzo a correr, como es normal, las piernas
primero no quieren, pero a unos cuantos cientos de metros ya arrancan, tomo el
ritmo crucero y, tras un par de km. veo a los primeros corredores, los alcanzo,
adelanto, en la subida al lado del puente a 4 de una tacada, llegó al lado del
rio y pienso “ya queda poco”. Pues no, nos volvían a alejar, para luego volver,
y ahora sí, encarar el paseo fluvial hasta la meta. Había finalizado mi primer triatlón, estaba
contento por ello, pero las sensaciones eran de rabia, descontento por la
nefasta natación realizada, pensando si estaría a tiempo y capacitado para
llegar a ser un nadador que me permita participar en tri.
En la madrugada de ese día ya se podían ver las
clasificaciones: en la natación, puesto 123 (penúltimo), en el sector ciclista
el 46 (mejor) y, ya en la carrera, puesto 30, para una clasificación final de
86 (de un total de 124)
Tras repasar lo sucedido y lo realizado entrenando en el
agua, la conclusión que puedo sacar es que va resultar mucho más complicado de
lo que yo creía, no cesaré en el empeño, pero quizás tenga que darle otro
enfoque, hacer algún curso de perfeccionamiento, cambiar el modo de nadar,
dejando la técnica para más adelante y concentrarme en nadar, sólo en eso, no
sé.
El tri me gusta, engancha, así que continuaremos
intentándolo. Eso si, la intención de hacer alguno más de los que hay en fechas
próximas tiene que quedar aparcada. No, hasta que el primer sector esté
más dominado.
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